sábado, 9 de octubre de 2010

Las nuevas tecnologías, ¿un beneficio o un peligro para la sociedad?


Los jóvenes somos, por así decirlo, los que más consumimos nuevas tecnologías, queremos lo último en móviles, ordenadores, reproductores de música… Debido a esto, las empresas crean para nosotros los jóvenes, cuanto más tenga un móvil, más rendimiento le va a dar un adolescente, ya que desde el móvil se puede acceder a Internet sin ningún tipo de problema, nos podemos descargar música, juegos, imágenes…
Pero, la tecnología que más se ha desarrollado ha sido Internet. Desde que existe, ha ido a más, creando páginas Web donde podías entrar para coger información para un trabajo de clase, hasta las redes sociales. Cada semana casi 8.000 personas se registran en estas redes: Tuenti, Facebook, MySpace, Twitter… donde se pueden colgar tus fotos personales, conocer a gente de otros sitios de España y del mundo. En estas redes pueden añadirse a tu perfil: el lugar donde vives, edad, sexo, fecha de nacimiento, gustos e intereses. Yo pienso que las redes sociales, son buenas hasta un cierto punto, ya que gracias a ellas puedes hablar con gente que tienes fuera, colgar las fotos con tus amigos y comentarlas, pasar un buen rato. Pero no son del todo buenas, ya que todo el mundo puede ver tus fotos, lo que has comentado o lo que piensas sobre ciertas cosas. ¿Podemos tener privacidad sobre nuestras fotos e intereses? Aquí está la pregunta que se hace la gente la primera vez que se añade a estas redes, y la respuesta es sí, puedes agregar a la gente que quieras, privatizarlo, eligiendo la gente que quieres que las vea y que no. Pero aún así sigue habiendo alguien que puede acceder a tu perfil si quiere. Las nuevas tecnologías son tan buenas como peligrosas pueden ser, nos ayudan a todo tipo de problemas. Alguien que es tímido cara a cara, a través de la pantalla cambia completamente, por lo tanto se encierra en sí mismo y en Internet. Pero sinceramente, no sé que haríamos sin Internet, y sin todas esas nuevas tecnologías, porque somos así gracias a ellas, consumidores, y al final las empresas crean para nosotros, porque somos los consumidores. Lo hacen todo a nuestro gusto, nos ponen todo lo que nos desearía tener y al final terminamos cediendo a sus precios tan altos.